Rusia reivindicó el lunes la toma de otros dos pueblos en el este de Ucrania, donde continúa su ofensiva con lentos avances, pero fue blanco de ataques ucranianos con drones que provocaron cortes de electricidad en regiones cercanas a la frontera.
Las fuerzas rusas, que aprovechan las dificultades del ejército ucraniano para reclutar hombres y para obtener más armas y municiones de las potencias occidentales, llevan meses ganando terreno en el este de Ucrania.
Reivindicaron la conquista de cinco pueblos en varios sectores del frente desde el sábado.
Las tropas de Moscú tomaron el pueblo de Novopokrovske, en la región oriental de Donetsk, y de Stepova Novoselivka, en Járkov, en el noreste, según el Ministerio de Defensa.
El primer pueblo se sitúa cerca de Ocherétine, donde Rusia logró rápidas conquistas en las últimas semanas, y el segundo se encuentra en dirección de Kupiansk, uno de los objetivos de la ofensiva rusa en el noreste.
El ejército ruso ya reivindicó el fin de semana la captura de otros tres pueblos, entre ellos Shumi, cerca de la ciudad minera de Toretsk, otro eje actual de ataque en el este.
Las autoridades ucranianas anunciaron por su parte el lunes la evacuación de más de 700 habitantes de Toretsk, pero cerca de 5.000 personas siguen en la ciudad y “muchas de ellas intentan salir”, indicó en Telegram la policía.
– 240.000 personas sin corriente –
La localidad de Toretsk es una importante barrera de acceso a Kramatorsk, objetivo último del Kremlin en la región del Donbás.
Dos mujeres murieron y otras ocho personas resultaron heridas, según la fiscalía ucraniana, en un bombardeo ruso en la ciudad de Ukrainsk, en Donetsk, que causó daños en un edificio administrativo y viviendas.
De lado ruso, ataques con drones ucranianos provocaron el lunes cortes de electricidad y agua corriente durante varias horas en la región fronteriza de Bélgorod, y podría afectar a otras, según las autoridades locales.