El régimen de Daniel Ortega y Rosario retiró a Mohamed Mohamed Farrara Lashtar, sobrino del fallecido dictador libio Muammar el Gadafi, de su cargo como embajador de Nicaragua en el Reino de Hachemita de Jordania, un país ubicado en Asia; con lo que suma su cuarta destitución como diplomático en medio de un nuevo interés de la dictadura de potenciar nuevos «súperembajadores».
Por medio del acuerdo presidencial No. 73-2024, publicado en La Gaceta de este martes, 21 de mayo, la pareja dictatorial «deja sin efecto el nombramiento» de Farrara Lashtar, quien fungía su puesto en calidad de concurrente en la nación de Kuwait.
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El diplomático había trabajado en la embajada jordana desde el 23 de mayo de 2018, fecha en la que la crisis sociopolítica ya había estallado. La dictadura no especifica las razones de la salida de Farrara Lashtar.
Sin embargo, el gobierno sandinista ya estableció quién será el reemplazo del funcionario libio. Según el acuerdo presidencial No. 73-2024, la «súper embajadora» Tatiana Daniel García Silva es la nueva representante diplomática de Nicaragua ante el gobierno y el pueblo de Jordan.
Adelantándose a la publicación en el Diario Oficial, Murillo ya había anunciado este cambio desde el pasado 17 de mayo, durante su alocución vespertina transmitida en los medios oficialistas. La vicedictadora anunció que se sentía «muy orgullosa» del trabajo de García, quien está como concurrente en Ankara, Turquía.
![Ortega le quita cuarta embajada a Mohamed Farrara Lashtar para entregársela a Tatiana García. Foto: Artículo 66.](https://www.articulo66.com/wp-content/uploads/2024/05/HIGHLIGHT-PIC-2024-05-21T094512.669-1024x576.jpg)
No es la primera vez
El 13 de mayo de este año, la dictadura orteguista nombró a García como su representante diplomática en Turkmenistán, un país calificado por organizaciones humanitarias internacionales como «autoritario y represivo».
Previamente, la funcionaria sandinista se desempeñó como embajadora en Egipto y Türkiye, dos legaciones diplomáticas que Ortega también despojó a Farrara Lashtar. Esto pareciera ser un intento del dictador nicaragüense de deshacerse del lastre heredado por Gadafi, su benefactor internacional en los años 90, cuando Ortega estaba en la oposición y tampoco trabajaba.
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Antes de sufrir esta serie de «retiros», el libio había llegado a ostentar 12 cargos diplomáticos, además de otros nombramientos en puestos de representación del Estado de Nicaragua ante organismos internacionales.
De igual manera, Farrara encabezaba la lista del selecto grupo de diplomáticos orteguistas en los que la dictadura confía varios cargos de embajadores, en diferentes países, al mismo tiempo y por ello son llamados «los súperembajadores».